La razón más inmediata y lógica es: porque vamos mal. Estamos en crisis, y, aunque esta palabra se haya vuelto parte de nuestro día a día y casi pensemos que andar flojos de dinero es consustancial a ser español, es una situación que se puede evitar.
Históricamente siempre nos hemos dado a la economía, esto es, a sacar el mayor partido a los recursos que tenemos. Asimismo, personajes que no tienen por qué ahorrar lo hacen, haciendo justicia a nuestra naturaleza frugal. Tendemos a lo barato, no por avaricia o altas expectativas de futuro, sino porque nuestro subconsciente sabe que no necesitamos mucho más para ser felices.
Se puede sostener que los blogs son el reflejo del alma de la sociedad, y, al comprobar la cantidad de autores que deciden escribir sobre el tema, es inamovible que se trata de un concepto que nos apela directamente: es parte de nosotros. Por eso, ¡ahorremos! Y más si somos mujeres, y se espera de nosotras el despilfarro y la ostentación.
No es una opción momentánea, es un estilo de vida.
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