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miércoles, 26 de septiembre de 2012

El ahorro: Una practica del pasado, para construir el futuro


En estos tiempos de crisis ahorrar es una obligación. Algunos lo hacen compartiendo un menú en Mc Donalds entre dos, otros es guardan un euro en la alcancía diariamente y  la mayoría toma diez porciento de su sueldo mensualmente y lo abona a una cuenta bancaria. Esta practica ha sido una de las manifestaciones de supervivencia humana desde las primeras civilizaciones. En la antigua China y Egipto, donde se acostumbraban a guardar el fruto y las cosechas porque se sabía que mas adelante, en época de sequia, esta no seria tan abundante.

Entre las primeras formas de ahorro se destacan los pósitos. Estos surgieron durante el Antiguo Régimen y consistían en enormes depósitos de cereal que servía para almacenar las reservas que podían alimentar a la población en tiempos difíciles o ayudar a ciudadanos pobres. El éxito de los pósitos fue tanto comenzó  a ser aplicado por los romanos, hasta llegar a Castilla y otros lugares del continente europeo. Los pósitos estaban bajo el control del gobierno y había todo un sistema para la administración de estos.

Pósitos de Campo de Criptana (Castilla)

Más adelante cerca del siglo XVII surgieron instituciones financieras más complejas como el Monte de Piedad. Estas fueron fundadas por los Franciscanos en el norte y centro de Italia. los dineros que se guardaban aquí no eran para el uso de sus aportantes, sino para ayudar a quienes necesitaran prestamos en la época. Este sistema de donaciones. manejado por la iglesia, después tomó una forma más sistematizada con la llegada de las cajas de ahorro, instituciones de crédito sin animo de lucro que querían fomentar el ahorro del pueblo y al mismo tiempo asistir económicamente a los pobres. La primera de estas estuvo en Jerez en 1842, después se instalaron más en España. No obstante, para que las personas no subestimaran la ayuda prestada por las cajas de ahorro, se establecieron intereses a corto plazo y así se logro promover el valor del trabajo y, por supuesto, del ahorro. Las cajas de ahorro después siguieron funcionando al pie de los bancos,  la figura actual del ahorro.

Banco Bilabao Vizcaya Argentaria


Aunque fue siglos atrás cuando por primera vez el hombre sintió la necesidad de ahorrar, es hoy cuando más necesita recordar este sentimiento. En momentos difíciles, la optimización de nuestros recursos y el provecho de nuestros ingresos es clave para salir adelante. Así sea con un cochinito de alcancía o con un plan de jubilación, hay que retomar esta práctica del pasado para poder garantizarnos un futuro.


Bibliografía:

Gatti, Serafino. 2003. Los orígenes del Monte Piedad en PIGNUS Revista Internacional de Crédito Prendario. Año 2003, Número 20, Volumen XIII

Diccionario enciclopédico popular ilustrado Salvat (1906-1914)

http://www.economia.com.mx

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